Monografías: El Ácido Fólico (The Folic Acid)
La palabra ácido fólico
Los términos "fólico" y "folato" derivan su nombre de la palabra latina folium, que significa hoja de árbol.[1]
¿Qué es el ácido fólico?
Conocida también como vitamina B9, es una vitamina hidrosoluble, necesaria para la formación de proteínas estructurales y hemoglobina. Es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias. Se encuentra en las vísceras de animales, verduras de hoja verde, legumbres, levadura de cerveza y en frutos secos y granos enteros, como las almendras, así como en alimentos enriquecidos.[1]
Algunas legumbres poseen inhibidores de la conjugasa (cualquiera de un grupo de enzimas que promueven la hidrólisis de los conjugados de ácido fólico y la producción de ácido glutámico y ácido pteroilglutámico) lo que puede afectar la absorción de los folatos, adicionalmente los folatos son inactivados por el calor durante la cocción, por la exposición a la luz ultravioleta durante su almacenamiento y más frecuentemente debido a la ingesta de fármacos que actúan interfiriendo en la síntesis del ADN ya sea en forma directa o indirecta; entre los más conocidos se encuentran el metrotexate; los alimentos frescos y congelados son la mejor fuente de folatos. El organismo humano no puede sintetizar el ácido fólico por lo que depende totalmente de la ingesta en los alimentos.[2]
A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, el ácido fólico se almacena en el hígado y no es necesario ingerirlo diariamente. Las causas de su carencia son la mala alimentación y un déficit de hidratación del folato genético que es asintomático hasta que la mujer se queda embarazada.
Si la mujer tiene suficiente ácido fólico en el cuerpo antes de quedarse embarazada, esta vitamina puede prevenir deformaciones en la placenta que supondrían el aborto, defectos de nacimiento en el cerebro (anencefalia) y la columna vertebral (espina bífida) del bebé por mal cierre del tubo neural en los extremos cefálico y caudal respectivamente. La espina bífida, un defecto de nacimiento en la columna, puede producir la parálisis de la parte inferior del cuerpo, la falta de control del intestino y la vejiga, y dificultades en el aprendizaje. Si el feto sufre déficit de ácido fólico durante la gestación también puede padecer anemia megaloblástica, ser prematuro o presentar bajo peso al nacer. La madre puede sufrir eclampsia, un proceso que cursa con hipertensión y albuminuria. El ácido fólico también ayuda a mantener un útero sano.[1]
Absorción del ácido fólico
El ácido fólico puede encontrarse en diversos alimentos. La forma química en la que se presenta esta vitamina en la dieta se conoce como poliglutámica. El problema es que este tipo de forma de ácido fólico no es capaz de atravesar la barrera del intestino y así alcanzar la circulación sanguínea para distribuirse por el organismo. Para que la absorción de los folatos tenga lugar se necesita de la acción de una proteína que se encarga de convertir las formas poliglutámicas en monoglutámicas, que ya son capaces de atravesar el intestino. Esto es lo que ocurre con el ácido fólico que encontramos en los alimentos naturales. Sin embargo, las formas preparadas de los complementos vitamínicos contienen ácido fólico, capaz de absorberse directamente sin necesidad de metabolizarse.
Una vez que ha atravesado la barrera que constituyen las células del intestino, el ácido fólico vuelve a sufrir otros procesos metabólicos que van modificando su estructura hasta hacerla óptima para que circule por el torrente circulatorio. Desde la sangre, el ácido fólico alcanzará todos los órganos del cuerpo y actuará allí donde lo necesiten.
Aquella cantidad de vitamina que no sea necesaria en ese momento no se elimina, sino que se almacena en el hígado hasta que el organismo la reclame. La forma en la que el ácido fólico se encuentra en la sangre no es la forma en la que realiza sus funciones. Para que el folato que se encuentra circulando por la sangre pase al interior de la célula es necesario que atraviese un canal específico para esta vitamina. Una vez en el interior de la célula, el ácido fólico cambia de forma, en concreto pasa de una forma monoglutámica a otra de poliglutamato. Esto es importante para que la célula retenga en su interior ácido fólico y no "escape" al exterior, cosa que podría suceder si permaneciera en la forma de monoglutamato, por ser ésta la forma que atraviesa el canal que hay en la célula.
En general, se estima que tan sólo la mitad del folato de la dieta se encuentra disponible para ser absorbido en el intestino, y por tanto utilizable para el ser humano. La manipulación de los alimentos puede provocar que se pierda la mayor parte del contenido del ácido fólico. La cocción excesiva y en abundante agua, el almacenamiento del alimento a temperatura ambiente o el recalentamiento del mismo, destruyen una proporción importante de los folatos de los alimentos.
La mejor manera de consumir los alimentos ricos en ácido fólico será mediante la cocción breve o en crudo cuando sea posible y almacenar dichos alimentos en frío. Además, existen ciertos factores que modifican dicha absorción, disminuyendo aún más la cantidad de folatos disponibles. Algunas enfermedades como la gastroenteritis, la enfermedad celíaca, o de Crohn interfieren en los mecanismos de absorción de los alimentos al alterar las células intestinales encargadas de ello. Y esto puede acarrear ciertas deficiencias nutricionales entre las que se encuentra la de ácido fólico.
Algunos fármacos modifican la absorción de esta vitamina, por lo que habrá que tenerlos en cuenta siempre que se estudie la causa de un déficit de ácido fólico. Entre los medicamentos que modifican la absorción se encuentran: ciertos antibióticos, como las sulfamidas, la estreptomicina, la nitofurantoína (muy utilizada para las infecciones urinarias) o el trimetropín; también, los barbitúricos, los antiepilépticos y los anticonceptivos orales.[6]
¿Cuáles son los beneficios?
- La vitamina B9 interviene en la síntesis del ácido nucleico (RNA y DNA), por lo que participa en la división celular y ayuda en el metabolismo de las proteínas.
- Junto con el ácido pantoténico o B5 y el PABA (ácido para amino benzoico) puede, en algunos casos, retrasar o detener la aparición de canas.
- Es muy beneficioso en la menopausia ya que parece favorecer el mantenimiento de los niveles de estrógenos.
- La American Heart Association (AHA) incluso afirma que podría disminuir la incidencia de Isquemia coronaria y otros problemas cardiovasculares como el Infarto.
- En el caso del cáncer de colon también parece importante tener unos buenos niveles de ácido fólico junto a una buena dieta y evitar la obesidad y el alco
- La ingesta adecuada de esta vitamina, antes y después de la concepción, ayuda a reducir el riesgo de tener un bebé con espina bífida, anencefalia (desarrollo inadecuado del cráneo y del cerebro), labio leporino, fisura palatina e incluso la leucemia infantil .Su déficit también podría ocasionar, bebés prematuros o con bajo peso.
- Podría prevenir algunos casos de demencias o problemas seniles. Hay que tener en cuenta que muchas personas mayores no se alimentan bien y pueden tener bajos niveles de vitamina B12 y ácido fólico.[3]
- La evidencia preliminar sugiere que la suplementación con ácido fólico puede ayudar a tratar la infertilidad ovulatoria, una de las principales complicaciones de la Síndrome de Ovario Poliquístico.[4]
¿En cuáles alimentos se encuentra?
Los alimentos ricos en ácido fólico o vitamina B9 son muchos y variados; sin embargo, los grupos en los que se pueden encontrar mayores cantidades de este tipo de vitamina son el de las verduras, las hortalizas, los cereales y las frutas. El hecho de que sean estos los alimentos con mayor contenido de folatos hace que la dieta mediterránea sea una buena fuente de vitamina B9. Por otro lado, los alimentos de origen animal suponen un escaso aporte de ácido fólico.
Los alimentos que poseen un importante contenido en folatos son:
- Verduras y hortalizas: calabazas, espárragos, brócoli, acelgas, espinacas, col, zanahoria, ajo, cebolla, patatas, tomate, guisantes, lechuga.
- Frutas: plátano, melón, naranja, fresas y limón.
- Cereales: germen de trigos, avena, arroz.
- Productos animales: leche, yogurt, huevos, queso, carne e hígado.[6]
Máxima dosis recomendada
- Para la deficiencia de ácido fólico: la dosis típica es de 250-1000 mcg (microgramos) por día.
- Para la prevención de defectos del tubo neural: las mujeres que pueden quedar embarazadas deben tomar por lo menos 400 mcg de ácido fólico por día, ya sea de suplementos o alimentos fortificados, y continuar por el primer mes de embarazo. Las mujeres con un historial de embarazos previos con complicaciones por defectos del tubo neural generalmente toman 4 mg por día empezando un mes antes de quedar embarazadas y continuando por 3 meses.
- Para disminuir el riesgo de cáncer del colon: 400 mcg por día.
- Para el tratamiento de niveles elevados de homocisteína en la sangre:
- Se ha usado 0.5-5 mg (miligramos) por día, pero parece que 0.8-1 mg por día es más efectivo.
- En las personas con enfermedad renal terminal, los niveles altos de homocisteína son más difíciles de tratar, y se han usado dosis de 0.8-15 mg por día. También se han usado dosis de 2.5-5 mg tres veces a la semana. Las dosis mayores de 15 mg no parecen ser más eficaces.
- Para mejorar la respuesta a los medicamentos para la depresión: se ha usado 200-500 mcg diarios.
- Para el vitiligo: típicamente se toma 5 mg dos veces al día.
- Para la reducción de la toxicidad asociada con la terapia con metotrexato para la artritis reumática o para la psoriasis: 1 mg al día es probablemente suficiente, pero se puede usar hasta 5 mg por día.
- Para prevenir la degeneración macular: se toma 2.5 mg de ácido fólico, 1000 mcg de vitamina B12 (cianocobalamina) y 50 mg de vitamina B6 (piridoxina) una vez al día.
La ingesta adecuada (AI) para los infantes son 65 mcg para los infantes de 0-6 meses y 80 mcg para los infantes de 7-12 meses de edad. La ingesta diaria recomendada (RDA) para el folato en DFE ( equivalente dietético de folato), incluyendo tanto el folato como el ácido fólico de los alimentos enriquecidos y de los suplementos es: Para los niños de 1-3 años, 150 mg; Para los niños de 4-8 años, 200 mcg; Para los niños de 9-13 años 300 mcg. Para los adultos mayores de 13 años, 400 mcg; Para las mujeres embarazada 600 mcg; Para las mujeres amamantando, 500 mcg. El nivel máximo tolerable (UL) de folato es de 300 mcg para los niños de 1-3 años, 400 mcg para los niños de 4-8 años, 600 mcg para los niños de 9-13 años, 800 mcg para los adolescentes de 14-18 años, y 1000 mcg para todos los mayores de 18 años.[5]
Bibliografía
[2] Secretaría de Salud. Salud Contigo Es Posible. El Ácido Fólico y la prevención de defectos al nacimiento.
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[3] http://misremedios.com/sustancias/acido-folico-vitamina-b9/
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[5] https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/natural/1017.html
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